Comercio Tradicional
Prácticamente todas las naranjas que podemos comprar, ya sea en grandes superficies o en pequeñas fruterías, se han distribuido por medio del canal tradicional de comercialización.
Como empieza
La figura del “comprador” (un tráder de alimentos), compra las naranjas al agricultor mediante un contrato normalmente bastante peculiar, en el que no existe ningún compromiso, ni de precio ni tampoco de recogida por parte del comprador, pero en el que el agricultor si que se compromete a no vender la producción a nadie más. El comprador suele ser un empleado del almacén que posteriormente tratará las naranjas y las venderá al mercado o gran superficie. Es difícil de entender que incluso después de haber sido recolectada la naranja, el agricultor no sabe a que precio le van a pagar sus naranjas.
Momento de cosechar
El comprador visita el campo para comprobar el estado de maduración de la naranjas, y si está todo correcto, manda un grupo de recolectores (cuadrilla) para cosechar todo el campo. Se cosechan en cajones y se cargan en un camión para llevarlas al almacén. Estas naranjas se cosechan en un estado muy temprano de maduración, cuando todavía tienen un color verde, para asegurarse que no se puedan estropear durante todo el proceso posterior.
Post-cosecha
Ya en el almacén, la naranja pasa por unas cámaras de desverdizado, para que se pongan de color naranja, ya que es una fruta que no madura después de cosechada, así con este proceso consiguen cambiar el color exterior haciéndolas más apetecibles. Una vez desverdizadas, se vuelcan en una linea de trabajo de grandes máquinas donde se desechan las que puedan estar malas, se organizan por tamaño, se lavan, se secan, se enceran y se encajan. Después de todo este proceso, la naranja todavía puede viajar entre almacenes a diferentes partes de España, ya que los almacenes también se venden fruta entre ellos según su demanda. Una vez listas con el embalaje y etiquetado del almacén que finalmente las venderá, salen de viaje hacia su destino en camiones frigoríficos.
Estas naranjas suelen tener una cantidad más baja de vitaminas, menos zumo y un sabor más apagado, ya que se recogen verdes y pasan muchos días desde que la cogen del árbol hasta que te la comes. La calidad de la naranja es un aspecto a tener en cuenta, pero más si cabe son los recursos de agua y energía que todo el proceso requiere. Básicamente son necesarios por 3 motivos. La necesidad en la eficiencia en la recolección, la falsa necesidad de tener una naranja bonita en la mesa, y el largo tiempo que pasa desde que se cosecha hasta que llega a tu casa. Estos requerimientos son incluso más elevados si el origen de las naranjas es de países de fuera de la UE, como por ejemplo de Sudáfrica, ya que además del largo viaje, como medida de prevención de transmisión de plagas, las naranjas necesitan almacenarse durante el viaje, en cámaras frigoríficas a una temperatura muy baja, en torno a 0 grados.
Comercio Alternativo
Hoy en día existen alternativas al comercio tradicional, en el que los agricultores, podemos hacer llegar directamente al consumidor final las naranjas, y lo que es más importante, sin tener que utilizar tantos recursos energéticos.
Como empieza
Nuestro modelo es algo más simple. En Llaurat somos agricultores que cultivamos los naranjos de manera tradicional y ecológica, para que llegado el momento podamos haceros llegar vuestra cosecha. Es algo muy gratificante cultivar durante todo el año sabiendo que esa cosecha no se va a desperdiciar y será para un farmer y su familia.
Momento de cosechar
Durante la temporada de cosecha, cuando recibimos vuestros pedidos, vamos al campo y elegimos solo las naranjas necesarias y con mejor estado de maduración, dejando las otras madurando en el árbol. A lo largo de la temporada podemos pasar varias veces por el mismo árbol. Evidentemente es un proceso menos eficiente, pero nos aseguramos que vamos a cosechar siempre naranjas en el mejor estado de maduración y que no necesitan ningún tratamiento post-cosecha.
Post-cosecha
Las naranjas se recogen en cajones y se ponen en su embalaje final de cartón, se precintan y se etiquetan para el envío. Todo el material que utilizamos para el embalado es reciclado o reciclable, y reutilizable. Una vez tenemos todos los pedidos listos, se envían en furgonetas o camiones, siempre llenos, utilizando la ruta más eficiente. Las naranjas viajan a temperatura ambiente ya que, al no recibir tratamientos de frio ni post-cosecha, no es necesario mantener una baja temperatura. Dependiendo del país donde vivas, normalmente pasarán entre 24h y 3 días desde que la naranja se cosecha hasta que llega a tu casa.
Aunque nuestro modelo está lejos de ser 100% ecológico, es una alternativa realmente ecológica en comparación con el modelo tradicional de comercialización de naranja. Además nuestro compromiso es el de seguir trabajando cada día para mejorar nuestra huella de carbono, tanto en el proceso de cultivo como en el de envío final. Y por supuesto aprovechar el privilegio de poder llegar a tanta gente, para seguir divulgando y apoyando proyectos sociales y de agricultura ecológica.
¡Ah y recuerda que también puedes cosechar tú mismo en el campo tus naranjas de km0!